A partir de las 9, el salón principal del Rectorado se convertirá en el ámbito de debate sobre el ingreso irrestricto a partir del año que viene en la Universidad Nacional de Tucumán. Los 13 decanos, junto al vicerrector de la UNT, José García, analizarán las bases y criterios para implementar un ciclo básico para todas las carreras y desterrar el examen eliminatorio que hoy presentan algunas facultades.
Se va la segunda mitad de año y el tiempo es escaso para modificar sistemas de admisión en algunas carreras que vienen funcionando de una manera. Por eso, desde Medicina, Educación Física y hasta desde el propio Rectorado han reconocido que el año que viene será un período de aprestamiento, de prueba y error.
García se refirió al tema central de la convocatoria: “garantizar los mecanismos necesarios para nivelar a los alumnos que ingresen a la Universidad y dejar sin efecto de esta manera los exámenes eliminatorios que se aplicaban en algunas unidades académicas”.
La discusión de los decanos no versará sólo acerca cuál debe ser el criterio de nivelación y los contenidos básicos y específicos. Infraestructura, plantel docente y no docente e instalaciones específicas son los grandes temas que darán lugar a la necesidad de modificar el presupuesto para el próximo año.
Nuevos textos
La modificación de la Ley de Educación Superior (N° 24.521) y, desde el miércoles pasado, la aprobación del artículo 97 del nuevo Estatuto Universitario han obligado a la UNT a pasar de lo meramente declarativo a los hechos. Saben que concretar el acceso “libre e irrestricto” obligará a modificar contenidos, a buscar nuevos docentes y más espacios para albergar a los ingresantes.
Por eso, García, no dejó de lado la posibilidad de solicitar mayor presupuesto a la Nación para afrontar los cambios que implicará la aplicación de esta normativa desde el año próximo. Dijo que, por ejemplo, en el caso de la Facultad de Medicina “habrá que incrementar la planta docente, acondicionar los espacios físicos, etcétera”. “Todo eso tendrá un costo”, advirtió.
El tema clave, aseguró el vicerrector, es trabajar sobre una materia común a todas las carreras o en la implementación de cursos de adaptación, en lugar de exámenes eliminatorios. “Tenemos que sumar como universidad hacia la inclusión y la articulación de los niveles de nuestros estudiantes”, sostuvo.
Desde la semana pasada, algunos decanos han venido analizando las realidades de sus unidades académicas y esbozando un panorama a futuro. En el caso de Educación Física, Mafalda Beatriz Silva, explicó que actualmente están obligados a afrontar con fondos propios el alquiler de la pileta climatizada para los alumnos. Una suma cerca a los $ 200.000 cada dos meses. Además, habló de la escasez de docentes. “Educación Física, para ajustarse a la ley, debe pensar en ampliar la infraestructura, contar por lo menos con 10 docentes por cátedra (actualmente solo hay dos) para unos 800 o 1.000 alumnos”, manifestó.
“Contamos con un ciclo que no es eliminatorio pero que se encuentra dentro de la curricula de primer año y las materias son correlativas; por lo tanto, los estudiantes deben aprobar esas asignaturas para continuar. Hay que pensar también que la Facultad de Educación Física es la única pública en el país; y que hay materias que son deportes cuyas prácticas, es una exigencia en la formación”, agregó.
Desde Medicina también hablaron de los inconvenientes de la adecuación. Los que se preinscriben por año (marzo de 2016) son aproximadamente 3.000 jóvenes, de los cuales rinden unos 1.500, e ingresan 350. Eliminar el ingreso significaría triplicar la cantidad de alumnos en primer año. Las autoridades estos días manifestaron su preocupación por la calidad de la educación, por la falta de infraestructura y entablaron un nuevo debate: el respeto y los límites en la relación estudiante-paciente.
A la espera
Los miembros de la Juventud Socialista del MST de la Facultad de Medicina anunciaron a través de un comunicado que hoy a partir de las 9 concentrarán en las puertas del Rectorado.
Quieren seguir de cerca lo que los 13 decanos discutan o decidan en cuanto al acceso libre e irrestricto. La agrupación aclaró que no quiere un sistema de admisión “que perjudique a los estudiantes”.